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Más Abrazos // Miércoles 20 Mayo, 2020 // #embarazo, #bienestar, #bebe
El trabajo y el embarazo no deberían ser enemigos. Trabajar embarazada es totalmente normal y habitual, sin embargo, existen ciertas recomendaciones en función de la actividad laboral específica y el ritmo de trabajo.
Si trabajas en una oficina o con computadoras no te preocupes porque no representan ningún riesgo para tu salud ni la de tu bebé. Por otra parte, estar sentada frente a un monitor por más de cuatro horas puede producir molestias en la espalda, dolor de cabeza y hasta mareos, que se intensifican en el caso de las embarazadas.
Si no puedes evitarlo, lo mejor es mantener una buena postura:
Actividades que te requieran un gran esfuerzo físico como cargar mucho peso o estar parada todo el día tampoco son ideales porque producen más dolores de espalda, problemas circulatorios y pueden aumentar las posibilidades de interrupción del embarazo y partos prematuros.
No temas hablar con tu superior para eliminar la carga de peso y reducir las horas que debes estar parada. Además, puedes usar medias elásticas que no te ajusten para mejorar la circulación y aprovechar los descansos para sentarte colocando tus piernas en alto.
Si trabajas en un quirófano, hospital o centro de salud, tienes que protegerte de los gases anestésicos, las radiaciones y los elementos químicos, como también del contagio de enfermedades. Consulta cómo aumentar los cuidados y si puede ser necesaria una transferencia a otro sector.
Las empleadas de empresas industriales deben tener cuidado con los elementos que manipulan: los productos químicos o sustancias radioactivas son muy perjudiciales durante el embarazo.
Exige todos los elementos de seguridad necesarios y también, si fuera conveniente, solicita un cambio de tareas a administración o atención al público.
Por otro lado, independientemente de la actividad, el estrés provocado por un ritmo de trabajo muy intenso puede ser perjudicial en este período en el que necesitas estar más calmada. Diversos estudios han observado que mujeres que llevan una vida laboral muy agitada tienen más probabilidades de partos prematuros.
Afortunadamente, las leyes laborales amparan a la mujer embarazada. Habla con tu jefe o supervisor para acordar medidas que sean beneficiosas para ti, tu bebé y tu trabajo. Si tú estás bien, tu bebé también lo estará y es mucho más probable que realices un trabajo más eficiente y eficaz. Consulta las leyes de tu país con respecto a este tema.
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